Todo que contar

Escribo poco por muchas razones. Una de ellas son dos. Las ideas negras. A saber:

  1. El impulso más fuerte por escribir suele ser el de las ideas negras. Es decir, el de la tristeza, la rabia, la autocompasión, el histrionismo y los extremos. Cuando no veo luz y todo se me hace un peso que me asfixia.
  2. Cuanto más negras son las ideas, cuanto más triste, más se me cierran los dedos y no consigo estirarlos para teclear. Que ya bastante duele como para echarlo, estirarlo, contemplarlo sobre el fondo blanco, fascinada por el vómito.
Y para qué es un blog si no para compartir, para vomitar rabia o arco iris (derechos de autor: Bich75). Pero para qué es un blog si no es un ejercicio de narcisismo. Y si mola, pues bien. Y si no, es un pedazo más de basura flotando en la red, como los muertos por el Espacio en las películas de ciencia ficción.

 

Comentarios

  1. A mí vomitar fuera lo que duele dentro siempre me ha ayudado. Luego queda un blog grisoscurocasinegro que puede que no mole tanto como otros más luminosos, ácidos o de los que siempre arrancan una sonrisa... pero a mí me sirve para que las ideas oscuras se queden quietas en la pantalla en vez de revoloteando por mi cabeza.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pero a veces me pasa como con el dolor físico: en lugar de gritar, no me sale la voz ni para un quejido. Y también (qué voy a contarte a ti que tú no sepas) hay cosas que callar porque son demasiado feas y tampoco quieres que te intenten consolar añadiendo más peso a los hombros.

      Eliminar
    2. ¡También puedes dibujar!
      ...je, es broma...
      Cuando siento eso que dices, sé para mis adentros que es cuando mas necesito hacer catarsis. Es cuestión de encontrar el momento y la forma adecuada...
      Te mando saludos, a ti y a Gacela, son grandes blogueras.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares