Estar fuera
Toda la mañana mirando el reloj, como de costumbre. Y cada vez que pienso: yuju, sólo falta x horas/minutos para salir, se me aprieta el nudo en el estómago.
Porque hay veces que quieres salir pero no quieres lo que significa estar fuera. Y estar fuera significa pensar.
Y hoy necesitaba estar aquí ocupada.
¿Es triste? Nah, más triste es negarlo.
Piensa en otra cosa que te ocupe. Es difícil, lo sé, pero es posible.
ResponderEliminarUn beso, reina.
Lo breve si bueno, dos veces bueno. Me ha encantado esta entrada. Y me he sentido muy identificada con ella.
ResponderEliminarAy, Dama Bere. Que me había perdido (cosas del curro) y hacía tela que no pasaba por allá. Con su permiso, he redirigido la llamada del blogroll para este nuevo destino, y me apresto a leerla un poco, cronológicamente "pa trás".
ResponderEliminarUn besillo.
Gordi Gracias, HAMOL. Afortunadamente, estas cosas suelen funcionar igual. El nudo negro fluyó hasta inundarme, me superó, bajó, se diluyó, lo apreté contra el fondo de la cabeza, se quedó dormido. :-**
ResponderEliminarSil Supongo que todos a veces recurrimos al mal menor para ocupar la cabeza y dejar de darle vueltas a lo que nos mata en ese momento. Me alegro de que entiendas de lo que hablaba.
Microalgo Qué bien volver a verte. Gracias por leerme y no seguir perdido. Un placer siempre encontrarte.