Metamorfosis y abanicos

Otras veces he mudado la piel, como las serpientes, como los insectos. Pero ahora mantengo la misma, por curtida, por amada, porque es la que tengo y la que me toca. Porque es mía y no quiero cambiarla cuando no lo necesito.
Ahora mudo por dentro o desde dentro. Qué liberación, qué aire fresco entre las costillas. 

Ya no es tan fácil resbalar. La imagen de un pozo a mis pies por el que caigo despacio pero sin remedio ya no es recurrente. He salido por el brocal y ahora piso la hierba mojada. Eso significa frío, humedad, dolor si me clavo una piedrecita; pero sobre todo calor, cosquillas y felicidad. Eso significa vida.

Incluso el miedo es parte de sentirse viva. Esto no es una metamorfosis, es abrazar y comprender lo que soy. Aceptarlo y jugar mis cartas. Y las tengo buenas, lo sé. Algunas me han tocado en suerte y otras las he ganado. Vuelvo a cosas que había olvidado y que estaban a la luz del sol: sentirme capaz, hablar con los extraños, entusiasmarme por las cosas. Ser yo misma sin imponerme ser mi propio juez y condenarme. Porque nadie es juez de nadie. Y porque voy a disfrutar de todo lo que tengo.

He perdido a personas por el camino. Algunas las lamento, otras no tanto. Perder a los que verdaderamente nunca les importé es pura higiene. Profecías autocumplidas y gente sin corazón mezclados. No veo por qué intentar ganarme el aprecio de gente a la que, en el fondo, desprecio. Así de incongruente es una a veces. Adiós.

Hola, abanico de posibilidades, frase manida pero delante de mí: a mi alcance. Y hay tantas opciones, tanto poder para escoger o decidir que puedo ser lo que quiera. Y sé qué es lo que quiero: quiero ser feliz.

Comentarios

  1. Iba leyéndote y pensando en las ganas que tengo de llegar algo parecido a esto que cuentas y luego, en hacer cut and paste de algunas frases que al final han sido tantas que no voy a copiar ninguna, pero que me quedo con todas, sobre todo las finales, un porrón de ellas.

    Qué bien que sea así, qué bien soltar lastre, qué ganas tengo yo de eso, de no sentirme culpable, de no cagarmendios cada día varias veces sino hacerle caso omiso.

    Pero te leo y me esperanzas. Igual algún día lo consigo.

    Un beso y muchas felicidades.

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